Mi interés por el diseño gráfico abarca diferentes áreas, pero me siento especialmente atraído por la ilustración, tanto en su formato digital como analógico. Me gusta explorar y experimentar con diversas técnicas y estilos que me permitan crear obras visuales únicas y de gran impacto. Además, he encontrado una verdadera pasión por el branding y la creación de manuales de identidad para empresas, lo cual considero una de las áreas más desafiantes y enriquecedoras dentro del diseño, ya que implica entender profundamente la esencia de una marca y saber transmitirla a través de los elementos visuales adecuados.

Otro aspecto que disfruto mucho dentro de la disciplina del diseño gráfico es el diseño editorial. Me fascina trabajar en la creación de piezas gráficas para medios impresos y digitales, como revistas, folletos, carteles, y otros materiales que permiten expresar una idea visualmente, siempre con el objetivo de comunicar de manera clara y efectiva.

Lo que me gusta del arte digital son dos aspectos principalmente: la comodidad que supone tener una barra de herramientas bastante variada y la inmortalización de la obra, una vez subida a la nube se mantendrá intacta, donde ni el tiempo ni las condiciones del entorno pueden modificarla, incluso si la vendiera en internet seguiría teniendo acceso al archivo original.

No obstante, mi técnica favorita a la hora de realizar un dibujo digital es la imitación del arte análogo. Trabajo en una sola capa (como si fuera un lienzo) y no utilizo la herramienta de borrador. En el arte digital existe la opción del “Control Z”: deshacer el error por completo, algo verdaderamente prodigioso, pero para mí trabajar encima de mis errores y no borrarlos me obliga a pensar en maneras para transformar esos trazos, lo que puede dar paso a serendipias con las que luego me encuentro muy satisfecha.